Un proindiviso es lo mismo que un condominio o también conocido como copropiedad. Se trata de un concepto jurídico que otorga un derecho parcial sobre una propiedad.
Es decir, que hablamos de un inmueble o propiedad que poseen varias personas al mismo tiempo y por eso, cada una de ellas es dueña de una parte de ese bien.
La figura del proindiviso es común en divorcios. También cuando varias personas reciben en herencia una única vivienda o cuando entre varios compran una casa con intención de alquilarla o como inversión conjunta. Así, todos ellos son cotitulares o conforman una comunidad de propietarios para gestionar el bien.
Problemas que suelen surgir en el caso de los proindivisos
La diferencia con otras opciones de propiedad es que, en el caso del proindiviso, no hay un parte o porción concreta que pertenezca a cada persona.
No se trata de una propiedad exacta o identificada que se pueda dividir, sino que hablamos de porcentajes de la propiedad en abstracto. Y este es uno de los problemas más comunes que puede surgir entre los propietarios.
Otro caso es el hecho de que ninguno de los copropietarios puede disfrutar de la propiedad si el resto no le da el consentimiento de forma unánime. Por eso a veces es más sencillo alquilarlo y que cobrar mientras lo disfrutan otro para evitar conflictos.
También es obvio que su gestión debe hacerse entre todos y de forma consensuada o nombrando a una empresa externa o un tercero que se haga cargo.
Y, el último punto a resaltar es el que nos ocupa, su venta. Sin duda, un tema complejo del que suelen surgir problemas porque los condominios o proindivisos no pueden venderse si los copropietarios no lo aceptan. Por lo que no es algo que pueda decidir uno de ellos de forma unilateral. No obstante, el artículo 400 del Código Civil permite a cualquier copropietario vender su parte a un tercero. Con lo que sí que pueden venderse legalmente.
Opciones de venta de un proindiviso
En el caso de querer vender tu parte de un proindiviso o condominio, podrían darse tres casos principalmente. Por un lado, el escenario ideal y es que todos los copropietarios estén de acuerdo con que vendas tu parte.
Otro caso sería, que no se pusieran de acuerdo para permitirte vender y un tercer caso podría darse si hay que acudir a los juzgados para solicitar la división de la propiedad. Vamos a verlos.
Vender tu proindiviso con acuerdo y consentimiento de todos
Como decíamos, esta sería la situación ideal: querer vender y que todos los acepten. Aunque, en la práctica, también podría derivar en tres opciones de venta.
- Que uno de los copropietarios se quede el inmueble y compense a todos los demás de forma equitativa por sus respectivas partes.
- Que se acuerde disolver el proindiviso pero que no se acepte, como en el caso anterior, a ninguno de los copropietarios para adjudicarle el inmueble completo. En estos casos puede haber una subasta voluntaria para proceder a la disolución.
- Que no haya ninguno de los copropietarios que quiera quedarse el inmueble. Entonces sería mejor venderlo a un tercero y repartir entre todos el dinero.
Vender tu proindiviso sin acuerdo de todos
Cuando quieres vender tu parte, pero no todos están a favor, la cosa se complica. En ocasiones, hay que acudir a la vía judicial para resolverlo, pidiendo la división legal de la propiedad.
También se podría vender la parte correspondiente a una tercera persona que pasara a formar parte del condominio en lugar del propietario anterior.
En estos casos la Ley ampara al que quiere vender porque nadie está obligado a permanecer en un condominio en contra de su voluntad. Por eso, a pesar de que ninguno de los otros propietarios quiera comprar o asumir tu parte, puedes venderla igualmente a un externo.
Vender tu proindiviso por vía judicial
Cuando no hay acuerdo o no se admiten las opciones anteriores, puede solicitarse su división y el primer paso es pedir la conciliación a un notario. Después será el juez quien resuelva y, posteriormente, habrá que pedir que se ejecute la sentencia.
Llegados a este punto, se puede obtener la extinción legal del condominio, pero no es la forma más ventajosa para sus propietarios. Los principales inconvenientes son:
- Este proceso es más lento, lo que significa que los copropietarios que desean obtener liquidez tras la venta de su parte, tardan mucho en conseguirla.
- Tampoco se trata de un procedimiento gratuito, con lo que el o los interesados deben costear los gastos derivados, es decir, a los abogados, peritos, procuradores y las tasas como mínimo.
- Por lo general, supone problemas entre los copropietarios, con lo que no es un proceso fácil.
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